Habrá que nunca debe haber habido tantas cosas por haber

viernes, 1 de agosto de 2008

Matías.

Lo conocí un 18 de octubre de 2006, caminando por la calle. Mi mejor amiga me había hablado de él. Lo quería conocer...
Lo conocí y a los tres días siguientes me dió su primer, nuestro primer beso. Desde ese día nada fue igual, los días pasaban muy rápido, cerraba los ojos los volvía a abrir y ahí estaba él.

Día a día, pase lo que pase siempre lo tube, siempre lo tengo, a mi lado, calmando cualquier situción o alborotando mis pensamientos, mis emociones. Cada día era un te quiero más, cada día lo sentía más profundo que el ayer.
Me inspiró mucho tiempo, me guió hasta llegar al amor y juntos descubrirlo. Y descubrir el amor junto a él fue hermoso, y sigue siendolo, porque cada día lo amo más, cada día me ama más.
Y los errores, las ironías, las puteadas, las peleeas y demás son cosas, son errores que cometemos que sostienen junto a otras cosas nuestra relación porque hay que superarlos y juntos siempre vamos a poder. Porque los dos sabemos que nuestras manos no se sueltan nunca, que nuestros abrasos son enternos y nuestros besos son interminables.

El me mantiene parada y feliz con la cabeza alta, el me da muchas razones para vivir con felicidad.
Los dos sabemos lo que significa esto, lo que es nuestra relación, solo nosotros nos entendemos uno al otro. Solo nosotros nos amamos de esta manera, solo nosotros él y yo, nadie más.
Me enceñó el significado del TE AMO, y la razón de la felicidad, me da día a día lo que yo esperaba, lo que siempre soñaba. Me hace reir, lo puede hacer, me supera. En cualquier momento, sea como sea, este como este el lo hace... Me contagía su hermosura, su sonrisa. Con una mano me toma de la mía y con la otra me sostiene la cara, me mira fijamente de arriba a bajo, mi corazón comienza a palpitar fuerte, mi mano comienza a temblar, mi respiración baja, mis ojos brillan, me enamoro cada vez mas; Me sonrie lentamente, sus rasgos se marcan demaciado(me encanta), se hacerca lento y cuidadoso, apolla sus labios en los mios y me da un beso y ahí mi mente no reacciona, mi cuerpo se desvanece y se bloquean todas las posibilidades de atención hacia otra cosa que no sea ÉL, cuando termina su acto, lo abrazo fuerte, y no lo quiero soltar... Y es ahí cuando un te amo con toda la fuerza sale de mi boca traduciendo todo lo que yo siento por él. Lo amo.