Habrá que nunca debe haber habido tantas cosas por haber

viernes, 20 de marzo de 2009

constante, constantemente.

No nací para llorar, ni para ver la corrupción avanzar.
No nací para hablar mientras se me quiebra la voz.
Nací para deletrear cada plabra de cada oración, sin ningún problema, con total decición.
No nací para ver la injusticia, no. Ni para ver al mundo partido en dos.
No nací para verlos en la calle, sin pan, sin cura, sin Dios.
No nací para estar viva, y para ver a otros morir, morir de hambre, o quizá morir de amor.
No nací para ver la destrucción, no. No nací para el invierno. No nací para el odio.
Nací para enfrentar, para curar, para regenerar lo malo. El mal.
Nací para hacerlos sonreir, Nací para amar.
Nací para funcionar, nací para calmar.
Nací para observar la primavera, y para ser el verano. Nací con un deseeo en mente, constante, Constantemente: Ser Feliz.
Luciana Tecles