Habrá que nunca debe haber habido tantas cosas por haber

domingo, 10 de enero de 2010

Y sin embargo: soy tan feliz.


Nunca te nombré. Pocas personas te escucharon hablar por mi.
Pocas veces te pienso, porque me convierto en una maricona como cuando me tenias en brazos.
Pocas veces como kinder, porque los únicos que me gustaban eran los que me comprabas vos.
Me da miedo extrañarte, porque no quiero sentirme mal.
Me da miedo de que se borren los pocos momentos que me acuerdo de vos, como las pocas fotos que tengo de vos. Te fuiste tan joven, te disfruté tan poco.
Pero te quise más de todos los abrazos que me diste. Te quise más de todos los kinders que me compraste, te quiero cada día más aunque no te tenga conmigo.
Si estuvieras sería todo completa mente diferente. Pero si te fuiste fue por algo.
No creo en Dios, ni en nada de esas cosas... En lo único que creo, es en que cada vez que me acuerdo de vos, lo sabes. Y que estás conmigo siempre y que me querés igual de lo que yo te quiero.
Me haces tanta falta a veces...
Y voy a dejar de escribirte, para no ser una llorona, y recordarte con una sonrisa. Como las que me salen cuando pienso en vos.

Luciana Tecles