Habrá que nunca debe haber habido tantas cosas por haber

viernes, 8 de agosto de 2008

Reenacer


Solo es una etapa que superar, una más -me dije a mi misma pero sin quererlo lo repetí en voz alta- Y él me repitió que me ayudaría, que iba a estar a mi lado. Depronto no sé porque pero aparecimos en una cama matrimonial atrapados por el fuego entre la mezca de la pasión y el amor, y el me repetía: -Te amo carolina- y yo disfrutaba de la mezca de fragancias que nacian en el aire y en nuestros corazones.

Al amanecer el me despertó con un beso al oido suabe, pero que se sentía fuerte, sin miedo, me repitió que me amaba -Te amo carolina- Y me pidió que le expliqué porque lloraba después de tan hermoso momento. Le pedí disculpas por arruinar la cita, pero necesitaba esa contención, le pedí que me abrace fuerte, y lo hizo y luego le conté lo que sucedía desde entonces;

Yo estaba sola, sólo lo tenía a él y temía perderlo por todas las estupideces hechas. No lo había engañado, ni tampoco nada por el estilo, pero estabamos llenos de complicaciones y no soportaba más la situación, yo quería que él sea feliz.

Tomé una caja de tranquilizantes que me había resetado la doctora Rodriguez, y la tomé, tome otra, (ambas completas) junto al vino que habíamos tomado esa noche de sexo y adrenalina y me repetí a mi misma nuevamente: Solo es una etapa que superar, una más. Y desde ese momento mi mente se blokeó para siempre, y no recordé nada más. Estube inconciente por varias semanas, hasta recuperarme y poder terminar esta historia trágica, de la cual sigo sin arrepentirme.[...]


Sigo viva, él me acompaña, pero los demás no.

Luciana Tecles

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